En esta historia de Halloween bastante clásica nos vamos a encontrar monstruos sexuales que están desesperados por comerse un buen coño. Por suerte, encuentran el coño de una mujer virgen que lo tiene muy estrecho, pero demasiado húmedo. La perra se encuentra excitada y aunque al principio no le convence demasiado que estos monstruos se la follen. Cuando comience a sentir mucho placer le dará igual y desatara la perra que lleva dentro.